22.8.10

-Bueno... !No dibujo! -dijo ella, pensando que no había razones de seguridad para prohibir que alguien dibujase y que aunque era imposible que un dibujo típico de cualquier niña de colegio comprometiera a ese departamento convenía aceptar las instrucciones y disculparse: se estaba bien allí, el lugar era confortable, restaban unos pocos días de encierro y pronto estaría libre, lejos de ese país, en un lugar donde pudiera hacer lo que le diese la gana.