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Me sorprende un bajón de domingo. No lo esperaba. Escucho por ahí: "la cocaína ya no pega como antes es un invierno crudo difícil sin calefacción además el otro día leí en el diario que los aviones cuando hacen vuelos nocturnos despiden unos gases que penetran en la atmosfera reforzando el efecto invernadero o sea que nos espera en pocos años estaciones londinenses fraccionadas en su unidad mínima lunes lluvia martes sol miércoles humedad jueves clima templado con posibilidad de chaparrones para el viernes y así viviremos el resto de nuestras vidas donando fondos compensatorios y alicuotas salariales a la corporación nazi bayer y a quién mierda sea que produzca los vick vaporub porque pasamos la mayor parte del tiempo con el pecho tomado y la naríz congestionada de modo que comprás merluza un cuarto se te va al cerebro tenés un rush eufórico de quince minutos pero el resto se te queda acoplado a las mucosas disolviéndose sin efectos inmediatos en el transcurso del día y la noche y el día siguiente o sea que al final creés que es limpia pero la verdad es que se te cae todo cuando menos te lo esperas." Mientras, estoy en la cocina hojeando Historia de la literatura norteamericana de Jorge Luis Borges y Esther Zemborain de Torres Duggan. Necesito una hipótesis sobre Henry Miller y la encuentro en el prólogo. "Nuestra finalidad fundamental ha sido estimular el conocimiento de la evolución literaria de una nación que forjó la primera constitución democrática de los tiempos modernos." La democracía, entonces, no es necesariamente política. La política no es necesariamente política. Ni sociología. Es época. Una obligación. Tengo un manuscrito permanentemente frente a mi cara. Estoy buscándole un título aunque todavía me falta. Le pondría Whitman. Le pondría Alfonsín. Le pondría Estados Unidos. Me gusta más el de Bochatón: La tranquilidad después de la paliza. Ése y otro gran álbum con grán título (No se menciona la soga en casa del ahorcado) fueron mis discos de la semana. Pero también: Sign o' the times. Prince. Época de oro de Music21 con alguno de Roxette, Ace of Base y la épica de November Rain. El dueño de los '80. Una década musicalmente sobrevalorada -aunque en los papeles lo que impere es la estética AY Not Dead. Ahí sí que los noventa fueron mejores una vez más. Pensar que Bowie dejó de ser Ziggy Stardust para ser El Duque Blanco y Lou Reed se puso a rapear The Original Wrapper -igual le pegó con el nombre del disco. Hubo sus excepciones. Un porcentaje del Madchester, Joy Division, el bacilo shoegazer, Siouxsie recuperando mejor a Iggy de lo que el propio Duque hizo con China girl. Acá también: dos discos de Charly, Virus, Palo, el inmenso Daniel Melero, todo Sumo.
I don't care and I don't eat
I don't eat no meat
And I'm civilized citizen Ronald Reagan
De ahí surge el nombre.
De ahí.
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1 comentario:
buenisimo. justamente me estaba... informando. ordenador. buen gusto musical, tuti.
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