25.1.06

la patria glande

Es común entremezclar elementos de psicología social con políticas socio-económicas, disputas históricas, reacomodamientos coyunturales de fuerzas, agenda setting, corrientes de opinión, supuestos anquilosamientos del relato político que permiten erigir el dedo acusador de una hipotética felonía a la pose consecuente y, mutatis mutandis, la estrategia seria de un país donde, izquierda y derecha, te corren por el otro lado… La política del vestuario es cara a todos los estratos de convivencia. Suponemos que la disputa es, en términos de arrogancia, una pelea por ver quién la tiene más larga. En la región (¡la región!) se sabe: Brasil porta bien y Argentina, en el difuso crecimiento chino de una economía monoproductiva y un pasado reciente que le brinda las cicatrices vitales de la experiencia, ha sabido aprovechar muy bien la catarata de spams que anuncian en tono unicode: enlarge your penis. ¿De qué se trata? ¿Es tan fácil emitir una opinión en un revuelo de papeleras y amenazas de TLC’s –y acabar ahí?
Obvio que no. Acá, por ejemplo, hay un muy interesante texto al respecto -o al menos, lo que tal vez sea mejor, una lúcida propuesta por ubicar la discusión en otra parte. Y es que las aristas son muchas, muchas, y está bien. El medio ambiente, los riesgos de primarizar la economía, la construcción desde la región, los problemas de planificar a partir del derrame interno, inclusive la tan mentada soberbia de nuestros gobernantes. Pero tal vez antes de que comiencen los gases de ENCE y Botnia, otra polución recalienta los ánimos y el verosímil y, de repente, Eleuterio Fernández Huidobro se pone a la derecha de Andy Oppenheimer. No. Sabemos que Andy se regocija con las izquierdas brasileñas, chilenas y ahora uruguayas –había que oír a los muchachos de Brokers alabar que el Pepe Mujica se mueva en una Siambretta y los montos locales en coches lujosos, separando aguas entre Tupamararos y Montoneros. Es que la clave política (¿será también ideológica?) pareciera plantearse hoy en términos de aggiornamiento. Sí: hay torpezas y mascaradas, acá y allende el Río de la Plata. ¿Será, acaso, que hoy estamos discutiendo el poder...?
Todos corren. Habría que revisar términos como transmutación cuando Busti, un menemista del '45, se alista de golpe en la paz verde apoyado tanto por vecinos y profesionales como por empresarios. (A todo esto, ¿en qué andará el Ova Mércuri?) La mano invisible no tuerce el giro a la izquierda pero lo institucionaliza. El Mercosur de Fernando Henrique y Carlos Saúl no es inmediátamente bolivariano -y eso hay que bancárselo. Mientras tanto, el ranking de los artículos más leídos en el gran diario entrerriano con búscador francés va de Emilia Attias al programa de Casero. Ni dos ni tres ni mil Fray Bentos. En política también: el stencil es un tigre de papel.

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