Hace casi dos años, cuando publicamos nuestro informe número cien, decíamos -casi a modo de confesión- que éramos una agencia de noticias a la que le no gustaba demasiado escribir noticias. Eso hablaba de un viraje en nuestra manera de entender a la comunicación, la intervención militante y la política. La educación en medios primero, la educación popular y la comunicación popular después, son los ejes de aquel período.
Nuestra página y nuestros informes acompañaron ese proceso. Primero, porque jamás dejamos de creer en la importancia de un periodismo alternativo y, desde ese lugar, decidimos sostener los envíos –un poco más esporádicos- de nuestros informes. Segundo, por considerarla una de las múltiples posibilidades de intervención en la realidad y una de nuestras formas de comunicar lo que pensamos.
Hoy estamos en otra etapa que nos deja de cara a un impasse en la página y los informes. Esta nueva etapa no está tan ligada a un cambio en la concepción de lo que entendemos por comunicación, sino a nuevas búsquedas y nuevas preguntas.
Las preguntas que nos hacemos hoy no tienen como eje central la contrainformación. En una época marcada por la domesticación comercial del llamado “periodismo participativo” (ver el caso de “TN y la gente” del canal de noticias del Grupo Clarín) se hace imprescindible volver a pensar los límites y las posibilidades de las búsquedas alternativas que tienen como principio rector la “participación”. ¿No hará falta discutir qué participación y para qué esa participación? ¿Otro periodismo para qué, entonces? En ese punto veremos como nos vamos hacia discusiones sobre la comunicación y la cultura que exceden el marco contrainformativo.
Hoy nos estamos preguntando, e intentando responder, sobre los múltiples modos en que las y los jóvenes son representados por los medios de comunicación. Esperamos que la investigación en curso nos revele nuevos sentidos acerca de las lógicas de funcionamiento de los medios comerciales, lógicas que a diario construyen ciertas identidades de las y los jóvenes a partir de mecanismos sutiles y no tanto.
Y esperamos, claro, que esta investigación nos permita hablar de las y los jóvenes que hoy, entre la pobreza, desocupación, la deserción escolar, la discriminación de género y el “consumo” de cultura, intentan perfilar aunque más no sea algunos contornos de cierta promesa de futuro.
Y hoy nos estamos preguntando, e intentamos respuestas, sobre el rol de los intelectuales en nuestro país. ¿Dónde están hoy los intelectuales? ¿Y qué están haciendo? Y nosotros, nuestro colectivo, integrado por recientes y próximos graduados universitarios, ¿qué hacemos? Creemos que siempre una práctica transformadora necesita, en principio, una lectura correcta de la época en que transcurre. Y que como intelectuales vinculados a la lucha emancipatoria ese mandato -observando la fragmentación y la apatía que dominan la militancia de hoy- se torna irrenunciable.
¿Cuáles son los valores subversivos al capitalismo? ¿Cómo enfrentar al poder en todos los frentes? ¿Cómo articular las luchas? ¿Seguimos pensando en intelectuales orgánicos? ¿Y orgánicos a qué, exactamente? Estas preguntas las venimos discutiendo con los que, durante el siglo XX, se han preguntado por la transformación y el papel de los intelectuales. Esperamos en poco tiempo materializar nuestro aporte a este debate.
Hoy nos estamos preguntando, e intentando responder, sobre los múltiples modos en que las y los jóvenes son representados por los medios de comunicación. Esperamos que la investigación en curso nos revele nuevos sentidos acerca de las lógicas de funcionamiento de los medios comerciales, lógicas que a diario construyen ciertas identidades de las y los jóvenes a partir de mecanismos sutiles y no tanto.
Y esperamos, claro, que esta investigación nos permita hablar de las y los jóvenes que hoy, entre la pobreza, desocupación, la deserción escolar, la discriminación de género y el “consumo” de cultura, intentan perfilar aunque más no sea algunos contornos de cierta promesa de futuro.
Y hoy nos estamos preguntando, e intentamos respuestas, sobre el rol de los intelectuales en nuestro país. ¿Dónde están hoy los intelectuales? ¿Y qué están haciendo? Y nosotros, nuestro colectivo, integrado por recientes y próximos graduados universitarios, ¿qué hacemos? Creemos que siempre una práctica transformadora necesita, en principio, una lectura correcta de la época en que transcurre. Y que como intelectuales vinculados a la lucha emancipatoria ese mandato -observando la fragmentación y la apatía que dominan la militancia de hoy- se torna irrenunciable.
¿Cuáles son los valores subversivos al capitalismo? ¿Cómo enfrentar al poder en todos los frentes? ¿Cómo articular las luchas? ¿Seguimos pensando en intelectuales orgánicos? ¿Y orgánicos a qué, exactamente? Estas preguntas las venimos discutiendo con los que, durante el siglo XX, se han preguntado por la transformación y el papel de los intelectuales. Esperamos en poco tiempo materializar nuestro aporte a este debate.
Este trabajo de investigación nos encuentra, desde hace unos meses, como un colectivo que se integra a la Federación de Organizaciones de Base, junto a movimientos de desocupados y colectivos culturales, un espacio que busca una novedad en la militancia de izquierda de estos pagos: sostener la tensión entre la autonomía de los colectivos y la potencia de su articulación.
En esto andamos. Este recorrido nos obliga a realizar un breve receso en la actualización de la página de Internet y el envío de los informes, más volcados a la práctica periodística que a la tarea actual del colectivo. Sin embargo, esperamos armar muy pronto una nueva página que nos permita publicar las investigaciones sin dejar de lado las noticias que consideremos relevantes.
Esperamos volver pronto a este espacio. Y que nos sigan acompañando.
ConoSur
1 comentario:
Amigo Navegante ¿Acaso buscas la salvación de tu alma o ingreso?
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