Para el periodista Dario Gallo y redactor de la Revista Noticias, dueño de una particular sintáxis (dividir el nombre propio y la profesión de la condición de militante kirchnerista) le parece rarísimo que en la conferencia de prensa, Luis Gerez, tal como lo hacen habitualmente Kirchner y Alberto Fernández, no haya aceptado que los periodistas le formulen preguntas.
Todo bien con las suspicacias. Pero suponer que un alineamiento interno de cara a la prensa (el "humilde albañil" es un "militante kirchnerista") es igual a la sospecha de un secuestro armado para beneficiar a la administración K, es de una cortedad trasnochada. O a Gallo le fermentó la sidra o se puso en línea con los muchachos de Clarín.com, que el sábado se mandaron esta gaffe:
"Por su parte, el diario Folha de Brasil destacó que Gerez "apareció herido y en estado de show (sic)"
3 comentarios:
¿Seguis creyendo que el secuestro de Gerez no merece investigarse?
De ninguna manera. En cualquiera de las posibilidades abiertas, el secuestro fue gravísimo. En lo personal, me cuesta pensar el rol del gobierno como secuestrador, pero no lo creo libre de algún tipo de responsabilidad, ya sea el cuidado de los testigos en su política abierta de D.D.H.H., en general, o en la resolución de este caso, en partícular. Sólo me parece mezcla de mala leche, capricho histérico del gremio del periodismo y posición política por lo menos floja, suponer, como lo hace Gallo, que un lineamiento, ponele, "orgánico" sea análoga a una complicidad como la que deja entrever la posibilidad de un secuestro armado. Es una investigación política, no electoral o de fideicomiso, como se obstinan en hacer estos chicos de Fontevecchia.
Perdón, electoral puede ser, en algunas de sus suspicacias más limpias: el rédito político.
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