10.11.09

Una vez casi pierde un ojo en una pelea en un bar porque pensó que alguien había sugerido que existían características homosexuales... en su perro. ("Nadie acusa a mi perro de ser un marica", dijo). Se emborrachó y quedó como un completo idiota en el programa de televisión The Dick Cavett Show, cuando discutió con el novelista Gore Vidal y con Janet Flanner, la corresponsal en París del New Yorker. Y luego, reimprimió la transcripción completa de la humillación como parte de un artículo. En esa ocasión, y en muchas, muchas otras, comenzando con An American Dream, manifestó una obsesión con la sodomía que fue algo bastante más (y tal vez incluso bastante menos) que una cuestión de machismo.


Dos años sin Mailer.

1 comentario:

jaramillo dijo...

aguante el reagan